By: Samara Saavedra
Para un fin solo hace falta un comienzo, es por eso que mi mood de esta semana divaga entre los truenes más glamurosos caracterizados por las musas del estilo en nuestras series y películas favoritas.
Carrie Bradshaw – Sex and the city
Es posible que para los más jóvenes no sea la primera con la que comparen su vida amorosa, pero el personaje principal de Sex and the city no solo marcó tendencia en la moda, sino una serie de dont´s en citas, sexo y relaciones a largo plazo.
El debate entre Aidan y Mr. Big puede ser interminable si le agregas unos tragos a unas fanáticas, no tocaré esos delicados asuntos, vallamos a ese trágico y último break con Mr. Big, justo a unos pasos de su ¨felices por siempre¨.
En un vestido de Vivienne Westwood (Vendido por Net-a-porter en 6,774 euros) y un tocado digno de un fénix vimos a Carrie destrozar un bouquet en la cara de su “amadodiado” John James Preston. Si las lágrimas no te brotaron en ese segundo, seguro no pudieron soportar los reclamos y el rostro desfigurado de Charlotte.
¿Todavía no hay lágrimas en tus ojos? Debes estar más vacío que el corazón de mi ex…
Blair Waldorf – Gossip Girl
La reina ¨B¨, personaje secundario de la serie quien se robó las cámaras y nuestros corazones en su idilio amoroso con Chuck Bass, el millonario hijo de p*** que todas soñamos.
Los truenes entre estos dos, fueron miles, algunos absurdos, otros malos, hasta hubo algunos maduros en pro de su futuro, pero uno marco corazones, la escena final del capítulo, doble identidad de la cuarta temporada.
Un par de chicos parados frente a frente a poca distancia, puso suspenso a la escena, mientras que el dialogo fue la flecha envenenada que destruyó nuestras esperanzas de una reconciliación.
No sería Blair Waldorf si su look no hubiera dado de que hablar tanto como el break; en zapatos Louboutin, clutch Saint Laurent y un vestido rojo en cascada de Oscar de la renta regresó a los brazos de Louis Grimaldi de Mónaco. Ahora los príncipes también vienen en las tragedias posmodernas.
Andrea Sach – El diablo viste a la moda
Mucho se ha dicho de esta película, se ha resaltado la maldad de Miranda Priestly, de lo absorbente del mundo de la moda, de lo que se necesita para agradar a tu jefe, de la superación laboral.
Tantos temas que hemos olvidado la parte en que Andy es botada por su, tengo que decir, demandante e insignificante novio Nate, quien al fin es el ganador de su corazón. En esta historia el break se da con el mundo de la moda. Si chicos el más triste.
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