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Texto y fotografía by: Daniel Anaya López
Una herramienta de diseño inteligente, que siempre es el primer testigo del ingenio humano al plasmar los bocetos que surgen de la mente, es la pluma, cuyo nombre proviene precisamente de la antigua práctica de escribir con ayuda de un tintero y plumas de aves.
En la actualidad, a pesar de la variedad, bajo costo y portabilidad de los bolígrafos, la pluma fuente sigue siendo la herramienta más cómoda, resistente, elegante y duradera para escribir o firmar, y éste es el momento de que elijas aquella que te acompañará para siempre.
Fue en 1827 cuando el francés Petrache Poenaru patentó la primera pluma fuente con cartuchos de tinta reemplazable, lo cual revolucionó la escritura, pues a partir de entonces las personas pudieron transportar sus propias plumas para trabajar durante el trayecto en tren o escribir en cualquier cafetería.
Algunos de los inconvenientes de estas primeras plumas fuente eran los derrames de tinta, la tardanza de llenar el depósito con cuentagotas y que la tinta tenía residuos que terminaban por tapar la punta de la pluma. Con el tiempo, las técnicas de fabricación y los materiales utilizados se fueron perfeccionando para lograr una herramienta de escritura eficiente, elegante, duradera y cómoda como lo son hoy en día las plumas fuente.
Con la rapidez de la vida en las grandes urbes y la necesidad de contar con herramientas de escritura desechables, cuya tinta se secara en el acto, se crearon los bolígrafos, comercializados a partir de 1942. Su magnífico diseño permitió mayor portabilidad, secado inmediato, una importantísima reducción en los costos y, sobre todo, prescindir de los depósitos recargables. Todos estos elementos han hecho de los bolígrafos desechables la herramienta de escritura más utilizada hasta la actualidad; no obstante, representan un problema para el ambiente. Como artículos de oficina, ¿cuántas veces se pierde el bolígrafo y cuántas cajas de ellos se compran para una sola oficina en un año? Sin mencionar que terminamos por tirarlos en cuanto dejan de pintar bien. En cambio, una pluma fuente es para siempre.
Para elegir la pluma fuente ideal para nosotros, vamos a conocer sus partes. Las plumas fuente tienen un receptáculo de tinta líquida. Este receptáculo puede ser desechable o de émbolo.
Los cartuchos desechables tienen un precio muy accesible; generalmente vienen en empaques de 5 piezas con un costo de entre $40 y $60. Son perfectos para cuando vas de viaje. Tienen un pequeño sello que se rompe al colocarlo en la pluma y la tinta fluye con normalidad. Si usas tu pluma diario, cada cartucho te puede durar entre dos semanas y un mes, aproximadamente. Puedes encontrarlos en distintos colores.
Por otra parte, está el sistema de recarga por émbolo, que es el más amigable con el ambiente y –tenemos que decirlo- el más romántico. La tinta para estos depósitos se vende en frascos de vidrio de aproximadamente 50 ml que cuestan alrededor de $200 y duran más de medio año, usando la pluma todos los días. Igual que los cartuchos, los hay de distintos colores.
En cuanto a herramientas de escritura, hasta el momento ninguna ha podido superar en comodidad a la pluma fuente, pues no hay que ejercer presión para que la tinta fluya, únicamente basta con deslizar sobre el papel. Además, los materiales son duraderos y realmente no requiere un mantenimiento constante más allá de ocuparla, rellenarla y evitar golpearla. Su depósito es lavable con agua, en caso de que quieras utilizar un color de tinta distinto.
Posiblemente el único inconveniente de las plumas fuente sea su precio, pues son consideradas más como un artículo de lujo que como uno de escritura cotidiana, pero su precio lo vale en comodidad, resistencia y elegancia. Puedes encontrar plumas fuente a partir de $500, aproximadamente.
Para elegir tu propia pluma fuente existe un lugar ideal en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Se trata de la tienda Miguel Ángel, ubicada en Avenida 5 de mayo #29, en donde pueden orientarte a elegir tu primera pluma fuente, o bien, adquirir cartuchos, fundas, repuestos o frascos de tinta para tu pluma (consulta el catálogo en línea: miguelangel.mx) .
Experimenta la comodidad de escribir con una de las máximas muestras de ingenio humano y adopta tu propia pluma fuente.
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