Texto por: Samara Saavedra

Esta idea nació del sueño de convertir nuestros hábitos en prácticas más verdes. Brindar alternativas más sostenibles y accesibles para personas que buscan hacer un cambio en el planeta.

Apasionados por las artesanías y la cultura mexicana, buscamos apoyar a las comunidades que mantienen vivo el arte mexicano, por eso visitamos diferentes pueblos en busca de artesanos y sus obras de arte para traer un pedacito de México hecho prenda.

Iniciamos este sueño en julio del 2019. Somos jóvenes pero apasionados por hacer una diferencia. Nuestra meta es crear un mundo más consciente y que tus compras sean más responsables con el ambiente y nuestra sociedad, ya que todas las ganancias han ido a parar en financiar a más artesanos textiles o de productos ecológicos.

La idea tenía ya mucho tiempo incubándose en mi mente; siempre quise crear una opción que pudiera ayudar al planeta de alguna forma, pero apenas a principios del 2019 fue que decidí ponerlo en marcha. Surgió como una pequeña contribución al planeta y terminó expandiéndose a una gran gama de productos ecológicos y ropita artesanal socialmente responsable.

¿Cuál fue su inspiración?

Nuestra inspiración inicial esta en nuestro nombre, el ajolote es un animal endémico mexicano con una habilidad muy peculiar: la regeneración. Es el único animal que tiene la capacidad de «curarse» a sí mismo; de reconstruir sus células para crear desde cero una nueva extremidad. Escogimos que este animalito nos representara precisamente por esa cualidad, porque queremos ayudar a nuestro planeta a sanarse a sí mismo, ser parte de la solución y reconstrucción del medio ambiente.

Queremos ser ese cambio en la vida de las personas y tal vez así logremos poco a poco darle el tiempo al planeta para curarse a sí mismo como el ajolote.

¿Qué quieres lograr, qué es lo que quieren decirle al mundo con su marca?

Queremos hacer consciencia, buscamos brindar alternativas y convencer a las personas que es muy fácil hacer cambios pequeños que logran una gran diferencia si actuamos todos juntos.

El poder de curar al planeta lo tenemos en nuestros manos como consumidores, si pedimos productos más sustentantes estaremos demandado a las grandes empresas que se adapten a esas necesidades o dejaremos de consumir todo el plástico que nos venden.

Axolot es un proyecto que comenzó pequeño pero nos gustaría que otras marcas lo replicaran y que más personas se sumaran a tener una consciencia ecológica.

¿Tienes un equipo?, quiénes lo conforman?

Nuestro equipo más próximo somos mi novio Irving Reynaga y yo, su servidora: Yarely Cruz, pero nuestros productos tienen un trasfondo más amplio. Nuestra marca apoya a:

  • Cuatro comunidades indígenas y dos familias en Chiapas
  • Dos comunidades indígenas y dos familias en Oaxaca
  • Una comunidad indígena en Guerrero
  • Una comunidad indígena y cinco familias en Puebla
  • Una familia en Sinaloa
  • Tres familias Tampiqueñas

Pero la idea es sumar más. Apoyar cada vez a más artesanos y cuidar el planeta.

¿Cuáles son sus estudios?

Yo soy Diseñadora Gráfica, me encargo de toda la generación de contenido para las redes sociales, las etiquetas, catálogo, fotografía. Tengo una maestría en Marketing Digital con enfoque en estrategias digitales. Mi novio, Irving Reynaga, es Licenciado en Comercio Internacional. Su área básicamente es la organización, logística e inventarios.

¿Cuál es su proceso de producción, o selección de productos?

Para adquirir la ropa artesanal viajamos a lo largo de la República conociendo pueblos indígenas, platicando con la gente, aprendiendo sobre su cultura. Nos informamos sobre alguna comunidad de comercio justo y adquirimos gran cantidad de prendas. Siempre buscamos que el dinero de la compra vaya a parar directamente a las manos de los artesanos, intentamos eliminar la mayor cantidad de intermediarios para reducir costos y hacer el mayor bien posible a los artesanos para que puedan mantener vivo el arte mexicano.

¿Cuántas piezas producen?

Por lo general producimos lotes pequeños pero de manera frecuente, ya que al ser artesanales conlleva un poco más de tiempo su elaboración a que si fueran hechos en serie y al no contener conservadores químicos, su preservación es más delicada.

Por poner un ejemplo. Contamos con 5 versiones de acondicionador en dos presentaciones: 30 gramos y 60 gramos. En una tirada producimos 5 piezas pequeñas de 30 gramos de cada aroma/propiedad y 3 piezas estándar de 60 gramos. Lo que equivaldría a un kilo y 650 gramos de producto más o menos en dos meses. Conforme se van vendiendo las piezas, vamos confirmando existencias y generamos más piezas de los productos que se van consumiendo.

El mismo proceso lo repetimos con nuestros shampoos sólidos, mascarillas sólidas, acondicionadores, pasta dentales, etc. La producción va dependiendo de la cantidad de demanda de la temporada para ofrecer productos “frescos”.

Contamos con un punto de venta en «Rincón Artesanal», que es un local donde convivimos varios artesanos de la zona de Tampico, Tamaulipas. El punto de venta está ubicado en Avenida Universidad #500 col. Petrolera en Plaza Gaviotas.

También contamos envíos a Toda la República Mexicana y puedes hacer tu pedido por medio de nuestras redes sociales.

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