Por: Valerie Hernández
Todos hemos leído artículos sobre las piezas básicas que debemos tener y un común en todos ellos es la simple y sencilla camiseta blanca (ya sea de cuello redondo o en V). Tal vez porque nunca pasan de moda o porque son un lienzo en blanco que te permite combinarlas con lo que quieras, cuando quieras y expresar tu creatividad; o en palabras de la periodista de moda francesa Charlotte Brunel: cualquier historia de vida puede contarse en una camiseta. Sea cual sea tu historia (si ya cuentas con este básico en tu vida o no), aquí te contamos algunos detalles que hacen esta pieza de ropa tan cool desde los tiempos de James Dean hasta los nuestros con David Beckham.
Origen
La camiseta blanca fue considerada como uniforme durante la Segunda Guerra Mundial, pero su historia en realidad comienza como ropa interior durante la era medieval para posteriormente convertirse en parte del uniforme naval británico; aunque no fue sino hasta finales del siglo XX cuando marcas como Fruit of the Loom comenzaron a fabricar las camisetas blancas a granel. Sin embargo, la que se encargó de convertirlas en una pieza clave del guardarropa fue nada más y nada menos que Chanel en 1920 y a partir de ahí el resto es historia, ya que todos sabemos que lo que hace Chanel, todos lo copian después.
Aun así con el tiempo, la camiseta blanca experimentó un período difícil como símbolo de moda y estatus ya que se convirtió en uniforme de la clase trabajadora durante la construcción de Nueva York. Pero, durante 1950, el encargado de ponerla de nuevo de moda entre los adolescentes rebeldes fue James Dean, seguido de Marlon Brando, hasta llegar a John Travolta con Vaselina en los 70s. A partir de ese momento, su poder de permanencia ha sido insuperable y la playera blanca ha jugado un papel muy importante en la vida de cualquier guardarropa.
Qué la hace especial
Como David Beckham lo muestra, esta prenda es genial porque va con absolutamente cualquier cosa. No solo con jeans o un traje; es una pieza base para vestir en capas o para una salida nocturna, debajo de un jersey en los días más fríos del invierno o como un elemento independiente durante el verano. Y que decir con un esmoquin como en la pasarela de Hermès. La camiseta blanca es tu mejor amiga, universal, versátil, además de cómoda y tu lienzo de expresión.
Cómo comprar la correcta
Resiste la tentación del poliéster. Lo ideal es que compres esta prenda de algodón, ya que es más durable, ligera y transpirable. Con respecto al ajuste, esto es opcional. Si la quieres para usar bajo la ropa o en ocasiones más formales y que no se vea holgada, entonces ve por una talla más pequeña y asegurate que las costuras queden perfectamente bien en tus hombros.
Por qué usarla todos los días
Ya sea que estés pensando en minimizar tu clóset (muy a la Marie Kondo) o adoptar un uniforme de vida (muy a la Steve Jobs) o simplemente deseas consumir menos fast fashion y cuidar el planeta (y tu cartera), en definitiva una camiseta blanca es la opción ideal porque reduce la fatiga de tomar decisiones; con el ajuste correcto es una prenda que se nos ve bien a todos, además de que te quedas con una moda para siempre y lo mejor es que la lavandería es mucho más fácil.
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