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 Por: Valerie Hernández

Cleopatra VII (69-30 a. C.) ha sido inmortalizada a través de los siglos en el arte, la música, el cine y la literatura; destacando su gran belleza física y sus romances con Julio César y Marco Antonio. Y con nuevo proyecto en puerta, en manos de Gal Gadot y Patty Jenkins, aquí te contamos algunos datos curiosos y poco conocidos de la legendaria reina del Nilo.

La belleza está en el intelecto

Contrario a las representaciones modernas de Elizabeth Taylor, Vivien Leigh y muchas otras; no hay evidencia entre los historiadores antiguos de que Cleopatra fuera una gran belleza. De hecho, en las monedas del antiguo Egipto con su rostro, se observa que tenía una mandíbula fuerte y marcada con una nariz en forma de gancho.

En realidad, se cree que Cleopatra trabajó mucho para controlar cómo era percibida por el público. Por ejemplo, ella se creía una diosa viviente y era muy consciente de la relación entre imagen y poder. El historiador John Fletcher la describió como «una amante del disfraz». Ya que, en repetidas ocasiones usaba vestimentas muy elaborados, hacia entradas dramáticas y especialmente solía aparecer vestida como la diosa Isis en eventos ceremoniales o para recibir visitas.

Además, hay rumores de que gastaba alrededor del 50% de los ingresos del reino en productos de belleza y otros lujos para ella; ya que tenía su propia fábrica de perfume y un maquillaje especial para delinear sus ojos y así evitar infecciones, muy comunes en Egipto en aquel entonces.

Si se lo preguntan, la otra mitad del dinero la usaba para el reino.

Sin embargo, el historiador Plutarco, dijo que su intelecto, ingenio, encanto y «dulzura en el tono de voz» la hacían irresistible para todos. Cleopatra hablaba hasta una docena de idiomas y se educó en matemáticas, filosofía, oratoria y astronomía, por lo que su encanto, venía de su inteligencia. Al parecer los hombres caían rendidos a sus pies al ver que era realmente culta y bien hablada.

Entonces, ¿de dónde surgió el rumor de su belleza? Se cree que fue propaganda del Imperio Romano, después de su amorío con Julio Cesar. Algunos creen que su reputación como mujer peligrosa y seductora fue creada por su enemigo Octavio. Los historiadores romanos la describieron como una mujer cualquiera que usaba el sexo para hechizar a hombres poderosos para tomar el control.

 

No era egipcia y hubo más de una

Cuando pensamos en Cleopatra, solo nos viene a la mente una reina egipcia. Pero en realidad es la séptima mujer de la dinastía ptolemaica en llevar el nombre. Su nombre completo es Cleopatra VII Thea Philopator (que significa «la diosa amante del padre» en griego).

Así es, aunque Cleopatra nació en Egipto, en realidad es de ascendencia griego-macedonia. Era hija de Ptolomeo XII (Auletes), descendiente de Ptolomeo I Soter, uno de los generales de Alejandro Magno. Después de la muerte de su padre, Cleopatra y su hermano menor (Ptolomeo XIII) fueron nombrados gobernantes conjuntos. Pero a diferencia del resto de la familia, la joven reina adoptó muchas de las antiguas costumbres de Egipto y fue el primer gobernante en aprender el idioma egipcio.

 

No todo es mejor en familia

Para preservar la pureza de su linaje y consolidar el poder, los miembros de la realeza de la dinastía ptolemaica se casaron dentro de la misma familia. Cleopatra se casó con sus dos hermanos adolescentes en diferentes momentos durante su reinado, cada uno de los cuales sirvió como su cónyuge y corregente. Sin embargo, ambos murieron misteriosamente: asesinados o envenenados (al igual que su hermana menor) mientras ella se veía a escondidas con Julio César.

Cuando murió su último hermano, esposo y corregente: Ptolomeo XIV, fue reemplazado por Ptolomeo XV César, más comúnmente llamado Cesarión, quien fue el hijo del amor entre Cleopatra y Julio César. Con su hijo recién nacido como co-gobernante, la posición de Cleopatra en Egipto era más segura que nunca.

Amor, poder y mucho alcohol

Las relaciones de Cleopatra con Julio César y Marco Antonio eran tanto alianzas militares y políticas como relaciones románticas.

Cuando conoció a Julio César, Cleopatra estaba en el exilio, expulsada por su hermano y tomó la oportunidad para recuperar el trono y control de Egipto. El historiador Cassius Dio registra cómo Cleopatra cautivó en secreto a César con su belleza e inteligencia. El resultado del romance no solo fue que Cleopatra recuperó su reino y tuvo un hijo; fue tanta la fascinación de Julio César por ella que le mandó hacer una estatua para reemplazar la de la diosa Venus en el templo romano. Por supuesto, cuando fue asesinado, ella huyó con su bebé a Egipto.

En el caso de Marco Antonio, aunque si bien, la relación tuvo sus ventajas políticas: él la ayudó a proteger su corona, mientras que ella le proporcionó acceso a las riquezas y recursos de Egipto; también hubo amor y realmente se querían mucho el uno al otro. Pasaron el invierno del 41 al 40 a. C. viviendo una vida de ocio en Egipto, donde fundaron su propia sociedad de bebedores conocida como los «Hígados Inimitables». Los miembros participaron en banquetes nocturnos y borracheras, así como en elaborados juegos y concursos.

Una muerte misteriosa

Cleopatra y Antonio se quitaron la vida en el año 30 a. C. después de perder la famosa batalla naval en Actium ante las fuerzas romanas de Octavio. Si bien se acepta ampliamente que Antonio se apuñaló en el estómago, el método de suicidio de Cleopatra es un tema de debate.

Algunos creen que murió atrayendo a un “áspid” (una cobra egipcia) para que le mordiera el brazo, otros historiadores creen lo contrario. Se sabía que Cleopatra ocultaba un veneno mortal en uno de sus peines como protección; y muchos estudiosos ahora sospechan que usó un alfiler sumergido en alguna forma de una potente toxina para acabar con su propia vida.

 

Fue una de las mejores gobernantes de la historia

Fuentes contemporáneas sugieren que Cleopatra era amada entre su gente. A diferencia de sus antepasados ​​ptolemaicos, que hablaban griego y observaban las costumbres griegas. Cleopatra se identificó como un verdadero faraón egipcio: aprendió el idioma y se encargó retratos de sí misma en el estilo tradicional egipcio.

Bajo su gobierno, Egipto era la nación más rica del Mediterráneo y la última en permanecer independiente del Imperio Romano. Cleopatra fortaleció la economía egipcia gracias al comercio con las naciones árabes para reforzar el estatus de su país como potencia mundial.

Desafortunadamente, ninguno de sus descendientes vivió para heredar Egipto. Sus 4 hijos fueron asesinados, poco después de su suicidio.

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