Dear you:
“Es un impulso que no puedo detener. He estado escribiendo estas cartas, una tras otra.”
Amparo Bojórquez
16 de enero 2019
Desearía que existiera un espacio para hablarte sin consecuencias. Un pequeño bolsillo dentro del espacio-tiempo, en donde pudiera encontrarte, una vez más.
La verdad es que cuanto más conoces a alguien, cuando te hablas a ti mismo en un espejo metafórico, tratando de metamorfosear tu reflejo en alguien más, es cuando te das cuenta de que no son -realmente- ellos. La imagen es borrosa, la voz demasiado temblorosa, mientras repito, palabra por palabra, tu frase favorita.
Creo que te conozco: cuando realmente pretendo ser tú, he podido predecir las respuestas reales que me darás con la certeza del meteorológico nacional. Es simple de cierta forma, porque esas respuestas son las que me entristecerían.
Quería hacerte una carta, que no hablaría de ti o de mi tristeza por una vez, incluso si ya lo hice.
Hablarte de toda esta melancolía, este irremediable amor por México mientras recorro sus calles de banqueta irregular un domingo por la tarde, mirando los rostros aletargados de las personas en un parque junto a Periférico. De La llorona sonando en las bocinas del metro, mientras una persona que no puedes ver la tararea haciendo eco desde el otro lado del vagón y cierras tus ojos, aunque sea por un momento mientras tratas de imaginar su rostro.
Santa Fe bañado en oro, sol del atardecer quemando los edificios, icebergs espejados reflejando una luz fría que pese a todo te quema las pupilas. Ir en un camión tan lleno que tienes que ir en los escalones, agarrando con ambas manos el barandal en las curvas mientras ves el asfalto pasar rápidamente bajo tus pies, la brisa en la cara, el mundo de prisa. Chocolate orgánico que sabe un poco a tierra, un poco a quemado, que te recuerda que alguna vez fue planta y no sabes si eso es bueno o malo.
Una terraza donde se beben tragos y más tragos de cerveza clara de un contenedor transparente a través del cual puedes ver Bellas Artes en dorado, el humo de cigarro quemandote un poco la garganta. Video tras video en la televisión, un gato en las piernas, incienso en el aire.
Contarte un poco de mi vida sin hablar exactamente de mi vida.
Supongo que te volveré a hablar, supongo que es irremediable. Sólo quisiera ser una mejor persona antes de que eso pase.
Comentarios con Facebook