Imagen de omameIS en Pixabay
Por: Valerie Hernández
Mucho antes del manicure que dura semana, el maravilloso gelish y secadores UV, estaba el manicure de henna y kohl, que significaba estatus o clase social. Las uñas han sido una parte importante del mundo de la belleza y la industria de la moda durante siglos. Aquí te contamos la fascinante historia de uno de los artículos de belleza favorito de todas, desde la infancia: el esmalte para uñas.
No somos iguales
En el 3000 a. C., los chinos usaban el color de las uñas como distinción de rango y dinastía. Las clases altas usaban ingredientes como cera de abejas, goma arábiga y claras de huevo para el color de las uñas, y las del régimen gobernante a
menudo usaban colores altamente pigmentados como el rojo. Pero el color de las uñas no estaba permitido para todos. Durante ciertas dinastías, las clases bajas podían usar colores pálidos, pero usar el color de la realeza se castigaba con la
muerte.
Más que bellos guerreros
Mientras que en el 3200 a.C., cuando los guerreros en Babilonia se preparaban para la batalla, pasaban horas rizando y lacando su cabello, así como cuidando y coloreando sus uñas. El ingrediente de elección era el kohl: un antiguo cosmético
para ojos, hecho tradicionalmente moliendo estibina con fines similares al carbón. Los colores de sus uñas también significaban su clase. Por ejemplo, las uñas negras se consideraban de mayor rango, mientras que las uñas verdes, no. Sus
labios a menudo estaban teñidos para combinar con sus uñas.
La sangre de Cleopatra
Como buen ícono de moda y belleza de aquellos tiempos, Cleopatra decidió usar
henna en sus uñas en lugar de aplicarla en diseños en toda la mano como era costumbre (y todavía lo es en muchas culturas). Ella mojaba cada dedo en henna, cubriendo solo la porción de la uña. Por supuesto, el color de su elección era rojo
sangre.
Manicure de la Sra. Pray
El servicio de belleza más popular y solicitado de la historia, nació en 1878, cuando se abrió el primer salón exclusivo para manicure en la ciudad de Manhattan, llamado “Manicure de la Sra. Pray”. Su creadora fue Mary E. Cobb, una mujer de Virginia de descendencia británica; quien, al finalizar la guerra civil, se casó con el podólogo de Nueva Inglaterra Joseph Parker Pray. Juntos viajaron a Francia y ahí Mary aprendió el arte de la manicura. Ella fue la responsable de introducir la manicura moderna en Inglaterra y los Estados Unidos. Luego de abrir su primer salón, desarrolló una línea de productos junto con la primera guía de manicura en el hogar. Pero eso no fue todo, su contribución más importante a la industria fue inventar el esmeril o pulidor para uñas.
El nacimiento de los imperios
En 1911, nace Cutex lanzando un solo producto al mercado: un extracto para suavizar las cutículas. Tras su éxito, en 1925, Cutex pasó a crear lo que hoy conocemos como el popular esmalte de uñas líquido. Desde entonces, la marca
se ha convertido en un imperio de belleza para las manos y uñas.
En 1920, la maquilladora Michelle Menard quería crear una laca de uñas brillante que imitara el brillo de los automóviles. Le tomó tiempo, pero eventualmente perfeccionó su fórmula, y en 1932 lanzó la famosa casa de cosméticos conocida como nada más y nada menos que Revlon. La compañía vendió su esmalte de uñas en una variedad de colores en farmacias, salones de belleza, almacenes y supermercados, durante varios años antes de expandirse a lápiz labial y ahora al
imperio que es: líneas completas de maquillaje, cuidado para la piel, cuerpo y
cabello.
El invento del siglo
En 1957, el dentista Frederick Slack se rompió una uña en el trabajo y, para repararla, utilizó papel aluminio y acrílico dental. Como resultado, diseñó una uña falsa que parecía muy realista. Esto llevó al dentista a colaborar con su hermano
para crear, y luego patentar, lo que hoy conocemos como uñas de acrílico.
El clásico desde Francia
El maquillador estadounidense y fundador de la marca Orly, Jeff Pink, necesitaba un manicure que no compitiera con el vestuario ni diseños de las modelos en las pasarelas. Por lo que, en 1976, creó lo que hoy conocemos como manicure
francés: uñas rosas naturales con la punta blanca. Debutó en las pasarelas de París aquel año y se convirtió en un fenómeno al instante.
Los tonos más famosos
Essie Weingarten (creadora de la marca Essie) desarrolló su colección de
esmaltes de uñas a principios de los años 80. Rápidamente ganaron popularidad,
y en 1983, Essie obtuvo a una de las primeras celebridades en promocionar una
marca de esmalte de uñas. La difunta Joan Rivers mencionó al aire que su color
favorito de manicure era "Jelly Apple" de Essie; y poco después, Essie era un
nombre famoso.
En la película de 1994 Pulp Fiction, las uñas de Uma Thurman fueron pintadas en
Rouge Noir de Chanel (también conocido como "Vamp"), un color creado para
imitar la apariencia de la sangre seca. El tono, como la película, se convirtió
instantáneamente en un clásico de culto. El color de uñas se volvió imposible de
mantener en los estantes, y hasta el día de hoy, sigue siendo uno de los productos
Chanel más solicitados de todos los tiempos.
Hoy, las uñas son una industria multimillonaria que sigue creciendo rápidamente.
Las redes sociales continúan estimulando ese crecimiento: 92% de los artistas de
uñas están en Pinterest e Instagram. Las revistas de modas y marcas de
cosméticos, publican imágenes de manicure, al menos de 3 a 4 veces por semana
en Facebook e Instagram.
Comentarios con Facebook