Desmitificando la donación de células madre

La extracción de células madre de la médula ósea no tiene relación con la médula espinal. Todos podemos regalar vida en vida como Tania, donando nuestras células madre.

Tania es una joven dedicada a la organización de eventos que en 2019 aceptó realizar una donación de médula ósea para intentar salvar la vida de algún desconocido compatible genéticamente con ella, a través de un trasplante de células madre (también conocido como de médula ósea).

Su mamá, la señora Patricia, evidentemente tenía dudas y temores a raíz de mitos que había escuchado sobre el procedimiento y las secuelas; sin embargo, tras consultar fuentes como el sitio de Be The Match® México, institución sin fines de lucro con más de 30 años conectando a posibles donadores de células madre con pacientes en espera de médula ósea para tener una esperanza de vida, sus miedos se disiparon.

Que existan dudas como las de ella es muy común, muchas de las cuales llegan a las redes sociales de Be The Match® México preguntando cosas como si todas las donaciones implican cirugía, qué tipo de procedimientos se utilizan, si es posible realizar más de una donación, si las personas con tatuajes pueden participar, o incluso si en el proceso se llega a tocar la médula espinal.

La principal confusión: médula ósea vs. médula espinal

Debido a la similitud de los nombres y a la desinformación imperante en redes sociales y charlas comunes, existen mitos y dudas en torno a la médula ósea, confundiéndose constantemente con la médula espinal a pesar de que sus funciones son muy distintas.

En el primer caso, se trata de un tejido esponjoso en el interior de algunos huesos que aloja las células madre, encargadas de formar la sangre; en el otro extremo, hablamos de la médula exclusiva de la columna vertebral que transmite los impulsos nerviosos desde el cerebro hacia el resto del cuerpo y viceversa.

Información vs. Fake news

Mito: Todas las donaciones requieren cirugía.

Realidad: Falso. Aunque el 23% de las donaciones sí llegan a necesitar una intervención sencilla en el hueso pélvico como en el caso de Tania, tras la cual los donadores generalmente regresan a casa el mismo día y sólo sienten una molestia ligera en la espalda baja, la gran mayoría (77%) de estos “regalos de vida” se hacen mediante extracción de sangre periférica, que es un proceso similar a cualquier obtención de plaquetas pero más especializado que no necesita hospitalización.

Mito: Solo puedo ser donador una vez.

Realidad: Si bien las probabilidades de ser compatible genéticamente con algún paciente son bajas, en promedio 1 de cada 430 personas, es totalmente posible donar varias veces en tu vida.

Es importante señalar que nunca se pone en riesgo la salud del donador. Algunos podrían sentir una leve descompensación nada peligrosa, ya que las células madre donadas no representan ni el 10% de las que posee una persona, y se empiezan a regenerar inmediatamente después de haber sido extraídas, por lo que si un donador tuviera que donar a un familiar, luego de haberlo hecho por un paciente no emparentado o viceversa, no habría ningún inconveniente.

Mito: Donar médula ósea involucra extraer trozos de hueso de la columna vertebral.

Realidad: ¡Para nada! Lo que se dona son células madre, las cuales son células jóvenes que cuando empiezan a madurar pueden formar glóbulos blancos, glóbulos rojos, plaquetas, entre otras células sanguíneas, dependiendo de lo que el cuerpo necesite.

Lo que descubrió la señora Patricia es algo que todos deben saber: en un procedimiento quirúrgico para obtener células madre (por sangre periférica o por médula ósea) no se extrae ninguna parte de ningún hueso, y mucho menos se toca la columna vertebral, nada es más alejado de la realidad. Para salvar la vida a un paciente solamente se necesita la médula ósea líquida que está dentro del hueso pélvico, pero nunca el hueso como tal.

Mito: Las personas tatuadas, con piercings o homosexuales no pueden donar.

Realidad: Quienes tienen tatuajes o perforaciones sí pueden facilitar sus células madre a quienes más las necesitan, siempre y cuando haya pasado al menos un año desde su última modificación, es el mismo requisito que en una donación de sangre tradicional. Es importante señalar que si bien existe ese tiempo de espera para la donación como tal, sí pueden unirse al registro de posibles donadores en el momento que elijan.

Por otro lado, la preferencia sexual no tiene nada que ver con la imposibilidad de donar células madre: cualquier ser humano sano de entre 18 y 44 años puede registrarse para regalar vida en vida.

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