Por: Valerie Hernández
Coco Chanel solía decir: “si estás triste, ponte más pintalabios y ataca”; mientras que Elizabeth Taylor decía: “sírvete un trago, ponte un poco de lápiz labial y cálmate”.
Ningún maquillaje tiene una historia tan tumultuosa como el lápiz labial color rojo, cuyo relato incluye rebelión, poder, muerte, locura y brujería. Considerado como uno de los símbolos más poderosos de belleza femenina y sexualidad en el mundo occidental, aquí te presentamos un poco de su historia.
Algunos historiadores consideran a los antiguos Sumerios como los inventores del lápiz labial y maquillaje por allá del año 3000 a.C. pero quizás la portadora de labios rojos más famosa en el mundo antiguo fue una de las primeras iconos de la belleza: Cleopatra, la reina egipcia mezclaba su fórmula de pintalabios rojo con escarabajos y hormigas; y aunque esta fórmula ciertamente no pegó, el significado de la boca roja sí lo hizo. El lápiz labial rojo se convirtió en un símbolo instantáneo de poder.
Durante el renacimiento, aunque muchos pastores ingleses se pronunciaron en contra de la pintura de labios por considerarla satánica, eso no impidió que la reina Isabel I usara labios carmesí y que se convirtiera en la moda isabelina por excelencia. A pesar de que la reina hiciera sus propias mezclas, muchos de los lápices labiales de la época contenían albayalde que está compuesto de plomo, por lo que te envenena lentamente.
Después de su muerte, la Iglesia volvió a tratar el lápiz labial como un problema de moralidad, hasta el punto en que se emitieron leyes.
No solo era descortés salir al mercado con los labios pintados sino que también era considerado como magia negra: las mujeres eran declaradas culpables de seducir a los hombres al matrimonio por medio de cosméticos y podrían ser juzgadas por brujería.
La pintura de labios pasó de moda durante la mayor parte del siglo XIX debido a la influencia de la reina Victoria. Sin embargo, la marca cosmética parisina Guerlain tuvo su primer despegue comercialmente exitoso con el lápiz labial en la década de 1880, el cual estaba elaborado de una mezcla de toronja, mantequilla y cera. Aunque éste debía ser aplicado en privado, era todo un escándalo y mal visto aplicar lápiz labial en público.
A principios del siglo XX, el maquillaje finalmente se había vuelto socialmente aceptable. Desde los primeros anuncios de Sears, hasta la marcha en Nueva York por el derecho a votar de las mujeres en 1912 donde las manifestantes lucieron labios color rojo brillante; pasando por Maurice Levy, un inventor estadounidense que en 1915 introdujo el primer color de labios en un tubo de metal deslizante.
La barra de labios roja saltó a la fama gracias al cine y al glamour del viejo Hollywood, por personalidades como Clara Bow y Greta Garbo. Pero no fue hasta los años 40 y 50 que el lápiz labial rojo fue popularizado (y sexualizado) por las actrices Marilyn Monroe, Rita Hayworth, Elizabeth Taylor y más. Mientras que los 80 y 90, la encargada de regresarlo al auge fue Madonna.
Hoy en día, un lápiz labial rojo todavía es considerado como un tono de poder, seducción y es un elemento básico en la colección de cualquier gurú de belleza. La buena noticia es que la fórmula de cualquier lápiz labial de la actualidad es quizás la más segura que jamás haya existido.
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