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Por: Una Buena Brujer

Convertirse en uno mismo, es un camino largo y no solo eso: la mayor parte de nuestras vidas no
sabemos ni quiénes somos.

Sí, mira, actuamos en consecuencia de lo que la tía Gumersinda juzga, del papá que no dice nada pero
su sola mirada desaprueba cualquier camino genuino que queramos tomar, la jefa acomplejada y
controladora que va por el mundo como una dulce hada azul, etc., ¡ah! faltó el novio-novia que siempre
se tira al drama para un asunto, de verdad, sin importancia y actúa como el ofendido por días, aplicando
la agónica ley del hielo con monosílabos. Na, par favar.

No podría asegurar que todos intentan controlarnos y disminuirnos conscientemente, sin embargo, el
miedo y la envidia son una de las emociones más corrosivas y más efectivas para mantener el “orden”
que ell@s suponen debemos tener y hacen de nosotros un ser humano a medias con un corazón e
iniciativa amedrentados por la agresión pasiva y el Gaslighting.

Si está destruyendo tu naturaleza, tu
creatividad, tus ganas reales de ser feliz, no es amor, es maltrato sutil.

 

Lo sabes, porque vives a medias, porque aunque te hayan adiestrado y te obligues a encogerte en un
lugar pequeño y en escala de grises, hay algo que no te cuadra y te conformas con “no molestar”, “no
resaltar mucho” y mantienes un bajo, -muuuy bajo- perfil. Ya, debes estar up to the mother de ser de
multitudes complaciente y asintiendo todo el tiempo para evitar romper lo que ya está fisurado desde
hace mucho tiempo.

Tenemos dos noticias, una buena, otra ‘aimásomenos: puedes librarte, de verdad.

La mala, si no sabes que vives amando tus cadenas, mi chav@, nunca sabrás que tus entrañas, alma y bondad están siendo parasitadas por una dulce hada azul con colmillos largos y una agenda encubierta bajo el brazo. Pero, sabes que no hay duda si vives a expensas de quien te arranca las plumas de poco para que no
puedas volar: un sentimiento de que “algo” no cuadra, con un dejo de sabor amargo que no te permite
un sueño profundo; es una confusión interna cada vez que terminas de escuchar su sermón controlador
e incongruente que te confunde como si fuera una cortina de humo que impide ver las intenciones
secretas, y termines como siempre: sintiendo algo de arrepentimiento y culpa.

 

¿Dije culpa?

¡Sí!: la emoción más corrosiva y efectiva para manipular sin decir abiertamente la intención.
Toma esa confusión y sensación de que algo no está bien para enjuagar la tinta de tus ojos y sacúdete
la brea que te han inyectado de a poco en tu mente.

Estoy segura que sabes identificar esa emoción… de hecho la estás recordando ahora mismo. Aprenderás a dilucidar a aquella voz honesta, ausente de burla disimulada, (de verdad existen personajes con cara de malos, de pocas palabras y corazón de pollo), tu corazón sabrá quién te habla en bondad y quien simplemente, nunca lo hará.

¿Yo?, yo ya junte todos los años suficientes para ser yo misma con todas las sombras y todo el
resplandor que ello implica; y ya no soy buena para casos de drama, adivinanzas, silencios forzados y
persecución.

 

Vamos… no tardes tanto en esos lugares. Hay algo mejor esperando por tu talento y por tu esencia.

 

 

Gaslighting: patrón de abuso emocional sutil en la que la víctima es manipulada para que dude de su propio juicio o memoria. Esto hace que la persona se sienta ansiosa, confundida o incluso depresiva.
Up to the mother: anglicismo inventado por Una Buena Brujer que asemeja al mexicanísimo “hasta la madre” 

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