Por: Valerie Hernández
Si de mujeres extraordinarias hablamos, tiene que estar Caresse Crosby. Esta mujer americana que siempre estuvo en busca del amor, no solo cambió para siempre la forma de la mujer moderna, con la invención del brassiere; también fue artista y activista, patrona de las artes, editora y madrina literaria de la generación de escritores expatriados en París: Ernest Hemingway, Archibald MacLeish, Henry Miller, Anaïs Nin, Kay Boyle, Charles Bukowski, Hart Crane, y Robert Duncan, por mencionar algunos. Aquí te contamos más de su vida vivaz y sus memorias.
La vida y el amor
Mary Phelps Jacob o «Polly» (como se apodó a sí misma), nació un 20 de abril de 1891, hija descendiente de familias coloniales estadounidenses.
A la edad de 24 años, se casó con Richard «Dick» Rogers Peabody, su novio de toda la vida, hijo de una de las más grandes familias Bostonianas y graduado de Harvard. Dos años más tarde, tuvieron dos hijos, pero, aunque Richard era un hombre bien educado, estaba traumatizado por sus experiencias en la Primera Guerra Mundial, por lo que solo le gustaba beber y apostar. La vida de Polly fue muy difícil y dos años más tarde, se divorciaron.
A los 29 años, Polly estaba desconsolada por su matrimonio fallido, pero como buena novela romántica, su vida dio un giro cuando conoció a Harry Crosby, un hombre apasionado, guapo y alegremente subversivo en julio de 1920. Polly y Crosby comenzaron un tórrido romance, incluida una confesión en el túnel del amor de un parque de diversiones, hasta que finalmente se casaron el 9 de septiembre de 1922, y se mudaron a Francia, donde Polly adquirió un nuevo apodo: Caresse Crosby.
Después de su divorcio, Richard venció su alcoholismo y se convirtió en un autor exitoso con su libro: “El sentido común de beber”.
El hada madrina en París
En París, los Crosby se convirtieron en estrellas de la comunidad de artistas expatriados, abrazando la vida bohemia con indulgencias como el alcohol, las drogas, fiestas salvajes, un matrimonio abierto y un pacto suicida.
Juntos, esta «pareja sorprendentemente atractiva y bien conectada» se metió en la publicación, fundando su propia editorial e imprimiendo libros y volúmenes limitados de sus propios poemas, pero también obras de autores como D.H. Lawrence, Kay Boyle, Ezra Pound, Lewis Carroll, James Joyce, Hart Crane, Robert Duncan, Anaïs Nin, Charles Bukowski y Henry Miller. Lamentablemente, mientras Caresse prosperaba con su exuberante vida de escritora, editora y decadencia, Harry Crosby no. El 10 de diciembre de 1929, cumplió con su parte del pacto suicida con su última amante, Josephine Noyes Rotch.
Caresse sobrevivió a la muerte de su esposo y al brutal final de su segundo matrimonio enterrándose en su trabajo. Además de Black Sun Press (como re-bautizó su sello editorial), estableció Crosby Continental Editions, que imprimió obras de Ernest Hemingway, William Faulkner y Dorothy Parker.
Permaneció en París hasta 1936, para después volver a Estados Unidos. Contrajo matrimonio con un hombre 16 años más joven que ella, el cual por supuesto no funcionó. Luego de un segundo divorcio y otro romance, regresó nuevamente a Europa.
La historia del bra
El primer bra como lo conocemos fue creado por Caresse en 1913. Se le ocurrió la idea, después de que ella compró un vestido de noche para un evento y en ese entonces, las mujeres llevaban corsés rígidos con huesos de ballena y varillas de acero; por lo que cuando se probó el vestido, el corsé era visible a través del escote y la tela.
Caresse tuvo la brillante idea de tomar dos pañuelos de seda, una cinta rosa y, con la ayuda de su sirvienta, hizo el primer brassiere. Su familia y amigas casi de inmediato le pidieron que también les creara uno. Hasta que un día, recibió una solicitud de un extraño, quien le ofreció un dólar por un brassiere. Entonces supo que esto podría convertirse en un negocio viable.
El 3 de noviembre de 1914, le fue otorgada una patente por el «Sujetador sin espalda». Luego, Caresse estableció el negocio, usando su apodo y finalmente, vendió la patente a Warner Brothers Corset Company por $1,500 dólares. Warner Brothers ganó más de $15 millones de dólares con el brassiere durante los próximos 30 años.
Escritora y activista
Caresse publicó su primer libro: “Cruces de Oro” a finales de 1924. Pero a su regreso a los Estados Unidos, abrió una galería en Washington D.C. y fundó una revista de arte y literatura llamada Portfolio.
En la década de 1950, después de otro matrimonio fallido, Caresse regresó a Europa, pero ahora a Roma donde fomentó una nueva comunidad de artistas. También se metió en la política, fundando dos organizaciones de diplomacia internacional: Mujeres contra la guerra y Ciudadanos del mundo.
El 24 de enero de 1970, Caresse murió de complicaciones de neumonía en Italia, a la edad de 78 años. Y aunque su vida estuvo llena de pasión y de un invento que cambió para siempre la silueta femenina, Caresse es recordada por ser la madrina literaria de la “generación perdida” de escritores expatriados en París, ya que, de no haber sido por ella, muchos libros y escritores que conocemos ahora, probablemente nunca hubieran llegado a la fama ni a nuestros estantes.
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