Texto y fotografía by Samara Saavedra
Quiero escribirte, como muchas otras veces, pensé tus posibles respuestas… todas ofensivas. Me detuve.
Tu negativa estaría seguida por mi cobardía, parpadearía dos o tres veces y con los ojos muy abiertos, mis pupilas dilatas y desentendidas verían mi mano apagar el teléfono y guardarlo bajo la almohada o tal vez lo llevaría hasta el piso…para poder fingir que nada paso.
El miedo no me fue suficiente.
Como si nada sintiera, te saludo tan casual como antes, tan fresca, tan soberbia, tan yo altanera, no decido si me considero psíquica o muy pendeja por haber adivinado tu respuesta y porque sin embargo te escribí, no contestas mis preguntas, mientras espero leo tu estado, una frase vieja dedicada a una chica nueva, eres tan predecible y yo tan estática.
¿Por qué seguimos haciendo lo viejo, esteremos atascados en el tiempo?
Solo quería decirte que ya no te amo y que sé porque.
Quería darte esa gotita de sabiduría que llego a mi corazón de la mano de un nuevo amor, quería decirte que el amor crea belleza y de la belleza se genera la felicidad, el alimento del alma.
A nosotros amor nos sobra, no lo niego, nos falto inteligencia y creatividad, perdimos la capacidad de crear belleza y sin alegría nuestra alma moría de hambre.
Aún así. Te extraño como a nadie.
Comentarios con Facebook