Por: Valerie Hernández
A pesar de los esfuerzos de organizaciones sin fines de lucro de moda y sostenibilidad para promover prácticas de moda sostenible, las emisiones de la industria siguen aumentando. Incluyendo aquellas de marcas “eco-conscientes” como H&M y Nike. En total, la industria contribuye con un estimado de 4 a 8.6% de los gases de efecto invernadero del mundo.
La moda rápida continúa expandiéndose y sus trabajadores en todo el mundo siguen siendo explotados. Por lo que cada vez más se está considerando la idea de introducir leyes de sostenibilidad de la moda en los sistemas legales de los países.
“En resumen, el objetivo es lograr que la industria de la moda adopte estándares ambientales, sociales y de gobernanza (ESG).”
Proyecto de Ley A 8352
Buscando abordar el impacto ambiental y social de la industria, el 7 de enero, una coalición de organizaciones sin fines de lucro centradas en la moda y la sustentabilidad, trabajaron para formular una propuesta legislativa, el Proyecto de Ley de Responsabilidad Social y Sostenibilidad de la Moda, que se introdujo en el Senado de los Estados Unidos en octubre pasado.
¿En qué consiste este proyecto?
Si este proyecto se convierte en ley, todas las empresas de moda que venden sus productos en Nueva York y ganan más de 100 millones de dólares anuales en todo el mundo estarían obligadas a «revelar políticas de diligencia ambiental y social».
Marcas como Armani, Nike, Prada o LVMH tendrían que mapear al menos el 50% de sus cadenas de suministro y divulgar impactos como los salarios de los trabajadores, las emisiones de gases de efecto invernadero, la huella hídrica y la gestión de productos químicos. También tendrían que revelar el tipo y la cantidad de materiales que producen sus proveedores y el volumen de materiales reciclados utilizados anualmente. Esta información también tendrá que colocarse en línea, es decir, debe ser pública y disponible, lo que podría aumentar la presión de la sociedad y consumidores a medida que los rezagos y las desviaciones de los métodos de producción sostenible salgan a la luz.
¿Qué pasa si no cumplen?
Según el proyecto de ley, aquellas marcas de ropa o calzado que no cumplan con la ley pueden recibir multas de hasta el 2% de los ingresos de $450 millones o más. El Fiscal General de Nueva York estaría obligado a publicar anualmente una lista de empresas que violan esta ley y las multas se utilizarán para proyectos de justicia ambiental en el estado y se destinarán a un nuevo fondo de beneficios comunitarios administrado por el Departamento de Conservación Ambiental.
Si se aprueba, esta ley sentaría un precedente mundial e influiría en las demás capitales de la moda. Según Vogue, «el tamaño y la importancia del mercado de la ciudad de Nueva York requerirá efectivamente que las marcas de todo el mundo cumplan con esta ley».
Europa no se queda atrás
La Comisión Europea pide poner fin a la moda rápida para 2030, ya que anunció una gran expansión de las reglas de diseño ecológico que podrían aplicarse en el futuro a cualquier producto, comenzando con los textiles. También quieren que las grandes empresas revelen la cantidad de piezas no vendidas que envían a los vertederos, como parte de un amplio plan para acabar con la cultura del desecho.
¿Qué planean hacer?
Con la introducción de las normas de diseño ecológico de la UE, se establecen estándares de eficiencia energética para una gran cantidad de bienes de consumo, como tostadoras y lavadoras, también cubrirán en el futuro la durabilidad y la reciclabilidad. Los fabricantes, por ejemplo, pueden estar obligados a usar una cierta cantidad de contenido reciclado en sus productos o reducir el uso de materiales que no se puedan reciclar.
No está claro hasta qué punto los planes cambiarán la industria de la moda, ya que aún no se han tomado decisiones sobre la regulación de productos específicos. Los colchones y las alfombras se consideran candidatos probables para la primera ronda de regulación de diseño ecológico de la UE.
Para un gran desperdicio, una gran solución
El europeo promedio tira 11 kg de ropa, zapatos y otros artículos textiles cada año. Los textiles son el cuarto mayor emisor de emisiones de gases de efecto invernadero, después de los alimentos, la vivienda y el transporte, además de consumir grandes cantidades de agua y materias primas.
Si las propuestas entran en vigor, podrían tener un gran impacto en todo el mundo, ya que casi las tres cuartas partes de la ropa y los textiles para el hogar que se consumen en la UE se importan de otros lugares.
Esta propuesta incluye mucho más que sólo ropa
Las propuestas forman parte del plan de «economía circular» de la UE, cuyo objetivo es reducir la huella ecológica de Europa en los recursos naturales del mundo. La comisión también quiere enmendar la ley del consumidor de la UE en un intento de prohibir el lavado verde y la obsolescencia programada.
Las empresas también estarán obligadas a informar a los consumidores sobre las características que acortan la vida útil de un producto, por ejemplo, software que detiene o degrada la funcionalidad de los teléfonos inteligentes y las computadoras portátiles con el tiempo.
Sin embargo, el objetivo claro es la moda. El comisionado de medio ambiente de la UE, Virginijus Sinkevičius, dijo que la comisión quería que la moda rápida “pasara de moda”, y dijo: “Para 2030, los textiles colocados en el mercado de la UE deberían ser duraderos y reciclables, hechos en gran parte de fibras recicladas. ”
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